Conservación de la biodiversidad en áreas protegidas comunitarias de la región amazónica

Descripción breve del proyecto

Denominación: Cogestión Amazonía Perú
Comitente: Ministerio Federal de Medio Ambiente, Protección de la Naturaleza, Obras Públicas y Seguridad Nuclear (BMUB) de Alemania, en el marco de la Iniciativa Internacional de Protección del Clima (IKI)
País: Perú
Entidad responsable a nivel político: Ministerio del Ambiente (MINAM)
Duración total: 2013 a 2017

Perú. Discusión sobre el modelo de cogestión © GIZ / Katrin Toepfer

Situación de partida

Perú posee la segunda superficie más grande de bosques amazónicos. Sobre estos bosques tropicales se cierne una grave amenaza debido a la ampliación de la frontera agrícola, la tala ilegal y las repercusiones del cambio climático. La deforestación ocasiona alrededor del 47 por ciento de las emisiones peruanas de CO2.

Gracias a la iniciativa de la población indígena, se crearon diez Reservas Comunales, que abarcan unos dos millones de hectáreas; es decir, un 13 por ciento de la superficie del territorio nacional que se encuentra bajo la protección del Sistema Nacional de Áreas Protegidas por el Estado. Las Reservas Comunales son administradas bajo un acuerdo de cogestión entre el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (SERNANP) y los pobladores nativos que viven en las zonas aledañas y están representados por organizaciones indígenas. Sin embargo, aún faltan experiencias e instrumentos para una implementación exitosa de este innovador enfoque de gestión.

Perú. Feria de biodiversidad en el área de conservación regional (ACR) de Imiria. @ GIZ / Sebastian Amend

Objetivo

La Cogestión para la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad es implementada exitosamente tanto en las áreas protegidas comunitarias -El Sira, Ashaninka y Machiguenga- como en las zonas de amortiguamiento que las rodean.

Procedimiento

Para una gestión eficiente de las Reservas Comunales es necesario diseñar de manera participativa un modelo de cogestión y adaptar los instrumentos tradicionales de gestión de áreas protegidas a dicho modelo. El proyecto apoya a los socios de la cogestión -el SERNANP y las organizaciones indígenas- que han celebrado un acuerdo sobre la administración conjunta de las áreas de protección y uso sostenible de la biodiversidad, -. fortaleciendo las estructuras de organización y trabajo, estableciendo mecanismos de participación y creando las condiciones necesarias para una cooperación interinstitucional transparente y de confianza. En las comunidades, se incluyen los conocimientos tradicionales y culturales en la enseñanza escolar para fortalecer la identidad indígena. Al mismo tiempo, se optimizan las cadenas de valor de productos forestales y pesqueros, a fin de mejorar las oportunidades de empleo e ingresos.

Perú. Monitoreo participativo de la población de peces © GIZ / Sebastian Amend

Resultados

La cooperación entre las autoridades estatales y los grupos indígenas ha mejorado. Se viene imponiendo la conservación de la biodiversidad y el desarrollo sostenible en las Reservas Comunales y sus zonas aledañas. Los socios acuerdan las actividades para actuar, ya sea en forma conjunta o complementaria, dependiendo de la situación.

  • Un modelo de co-gestión elaborado de manera participativa establece el procedimiento, las responsabilidades y la relación y cooperación entre los socios.
  • Los grupos indígenas conciben las Reservas Comunales como parte de sus territorios ancestrales, cuya biodiversidad se protege conjuntamente con el Estado. De esta forma, las Reservas Comunales gozan de un alto grado de aceptación por parte de la población local.
  • Las Reservas Comunales, como parte integral del desarrollo regional, comprometen a los gobiernos locales y regionales a ejercer una responsabilidad conjunta y desarrollar la cooperación intersectorial.
  • Los controles de linderos y la vigilancia por patrullas de las comunidades indígenas han llevado a una significativa reducción de las invasiones de las áreas protegidas.
  • La inserción de la educación ambiental intercultural y bilingüe en los currículos escolares preserva los conocimientos locales tradicionales sobre la diversidad de especies de flora y fauna, así como sobre el uso de numerosas plantas útiles. De esta manera, contribuye a contrarrestar la desnutrición.
  • Se vienen aplicando planes de uso sostenible para alrededor de 65.000 hectáreas de bosques, gracias a lo cual más de 30 comunidades nativas vienen mejorando sus oportunidades de empleo e ingresos mediante la cosecha, el procesamiento y la comercialización de productos forestales como la siringa (caucho natural), el aceite de copaiba (un remedio natural), el achiote (un colorante natural), la madera y el cacao.
  • Las medidas de apoyo especialmente dirigidas a los grupos de mujeres para la producción y comercialización de artesanías han fortalecido la posición de las mujeres en las comunidades nativas. 

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